Como comunista que me considero, en nuestro contexto, entiendo que la palabra tiene habitualmente un efecto contraproducente incluso para los objetivos de los propios comunistas.

A la gente hay que hablarle en un idioma que entienda. Hoy la gente, por la palabra comunismo entiende millones de muertos, pobreza y gulags. Mientras que por la palabra socialdemocracia la gente entiende, diría yo, algo parecido a una forma sensata de gobernar, con sensibilidad social y alternativa al capitalismo exacerbado.

Ahora bien, en un contexto académico, o en una discusión más profunda creo que no hay que tener miedo al marxismo si no todo lo contrario. Entendiéndolo como la otra alternativa en las tres grandes ramas de la economía (liberalismo, keynesianismo, marxismo). Ese "Marx tenía razón" que volvió con tanta actualidad con la crisis del capitalismo ante la insuficiencia y el verse obligados a girar a la derecha a los socialdemócratas y keynesianos europeos.

Esto ha sucedido porque la batalla se perdió, la vía marxista-leninista tuvo sus aciertos y sus errores sobre los que se puede debatir hasta el infinito, pero lo que no admite discusión es que el capitalismo occidental le ganó la batalla y fue el que le puso nombre a las cosas.

Ahora bien, entiendo y comparto el ocupar el espacio de la socialdemocracia como la conquista de algo sensato, pero todos esos halagos a Zapatero sobraban y creo que han hecho mucho daño en campaña. Yo también comparto que ha sido el mejor presidente, pero no porque fuera bueno, si no porque los demás fueron aun más espantosos (Aznar, Gonzalez, Rajoy, Suarez...). Iglesias parecía querer convertirse en el nuevo Zapatero sin entender el rechazo brutal (y con razón) que este produjo en su segunda legislatura.