Sé que no es lo recomendable, pero mi novio trabaja en el mismo lugar que yo (el tiene 30 años) y es el encargado del personal de seguridad, yo soy la encargada del personal de recepción y como nuestros días de descanso no coinciden, aprovechamos los momentos que se dan para follar en el trabajo. Vivimos juntos y aprovechamos también, pero hace poco algo cambió.

Como un comentario inocente, cuando yo cumplí 26, un chico que trabaja en el restaurante me dijo a broma que me debía un pastel o una salida a cenar y yo no le hice mucho caso (el tiene 20 años) y hace unas dos semanas, coincidimos en los días de descanso este chico y yo, que, por una u otra razón, me invito a cenar y yo acepté; al principio pensé que iríamos a un restaurante y resultó que no, me llevo a su departamento… pero decidí seguir el juego.

Estábamos en la sala (el plan era comer y ver una película) y esperábamos a que llegara la comida, en cuanto llegó fuimos a su cuarto y yo me acomodé en su cama, él bien lindo hizo todo aunque me ofrecí a ayudarlo.

Al principio estábamos cada quien comiendo lo suyo, hablando un poco, pero cuando terminamos de comer, recogió todo y nos acomodamos mejor en su cama. Podía ver cómo el poco a poco buscaba acercarse a mi y yo me mantenía en mi lugar hasta que prácticamente hice que me abrazara, cuando volteaba a verlo para hablar, nuestros rostros se mantenían muy cerca, pero él no se atrevía a hacerlo, por lo que le pregunté si quería ver uno de mis tatuajes, a lo que respondió que si.

Me quité la blusa y mi torso quedó descubierto porque él me había dicho que a la cena fuese cómoda y para mi estar cómoda es no usar brasier. Comenzó a acariciarme mientras seguíamos hablando, aunque su boca poco a poco se vio ocupada por mamar mis senos y así inicio todo. En realidad no esperamos mucho para desnudarnos. Aunque de esas es más chico, es más alto que yo, por lo que su cuerpo cubría el mio.

Con su mirada lo decía todo, disfrutaba de estar cogiendome y lo hice correrse dentro de mi al subirme sobre él y montarlo (me encanta enterrarmela toda). Mientras me movía sobre él, le dejaba a la vista mis senos rebotando… cabe decir que fue un encuentro bastante largo y delicioso, no me quería despedir aquella noche.

Después de ello, por mensajes durante el trabajo le envío fotos mías que tengo guardadas, mismas que le envío a mi novio cuando me las pide…

A pesar de que duermo con mi novio todas las noches y tengo sexo con él, por la tarde este chico aprovecha la más mínima oportunidad para pedir que nos veamos y me deja los muslos escurriendo de semen antes de seguir trabajando… Es delicioso que la lechita no me falte ya que ambos me dejan bien llenita