La disciplina doméstica (DD) es un enfoque relacional que aboga por la sumisión de la esposa y el dominio masculino mediante el uso de tácticas disciplinarias como los azotes.

Esto implica el uso de castigos físicos para corregir los malos comportamientos de la esposa. Ejemplos de tales comportamientos incluyen hablar de manera irrespetuosa o descuidar sus responsabilidades como ama de casa y esposa, como no preparar la cena o dejar los platos sucios, entre otros. Es importante destacar que esto solo se aplica en situaciones donde ambas partes han acordado y consensuado completamente esta forma de corrección.

Para prevenir que esto se convierta accidentalmente en maltrato, es fundamental establecer palabras de seguridad. Además, los castigos deben administrarse tiempo después de la infracción y no de inmediato, con el fin de evitar actuar bajo la influencia de la ira o el enojo.

También es importante tener en cuenta que las personas no son perfectas y siempre existe margen para el error, el cual no amerita castigo. Además, hay circunstancias como enfermedades o estados mentales que pueden dificultar la realización de ciertas tareas, por lo tanto, no merecen ser castigadas. Un esposo dominante debe ser consciente de estos aspectos, ya que son parte de sus responsabilidades en este estilo de vida.

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