Hola amig@s de Reddit, les contaré de una experiencia que tuve con una ex novia hace un par de años atrás, espero que lo disfruten como yo al escribirlo. Así que comenzamos.

Era un verano como cualquier otro, el sol quemaba la piel, el aire a veces escaso soplaba vagamente. Aquel día era un sábado del mes ombligo del año, si me preguntas con mayor exactitud, era el mes de Julio. Todo empezó una semana antes cuando mi querida amada, amante o musa de la vida en ese momento, me comento que nunca habia recibido un sexo oral. Al escuchar esas palabras le mencione, como era eso posible. Ella un poco desanimada me decía: "en mis anteriores relaciones siempre yo tuve que dar, pero nunca me ofrecieron placer, siempre sentí que era yo la que debía de dar ese primer paso, por lo que nunca permití qué mi cuerpo recibiera ese disfrute". Por lo que al momento no quise decir nada, me guarde las palabras pero supe que el siguiente sábado tendría que ser muy especial para ella. En un sin pensar, me fije como objetivo qué fuese una experiencia placentera para ella e inolvidable. Aquí debo de hacer énfasis en que ya había practicado sexo oral a varias mujeres con anterioridad, pero quitando un poco esa arrogancia qué a veces como hombre solemos resonar en oídos ajenos, solo quise dar un placer único a esta chica que en esos días llevábamos solo un par de semanas siendo novios. Pasaron los días y llego el bendito sábado. Quedamos en vernos en un punto cercano a mi casa, así que fui por ella a una avenida principal, y en el trayecto de regreso fuimos por algo de comida; en este caso comida china ya que era su favorita. Posteriormente retomamos el camino a mi casa donde en un par de minutos se escucharían hermosos gemidos y gritos de placer femenino, pero no me quiero adelantar a ese momento, así que seguiré con la historia. Llegamos por fin a mi casa, deje que ella entrará primero, le llamo la atención la decoración y después de tener una pequeña plática acerca de un cuadro que hay en la sala, dejamos la bolsa de comida en la cocina y subimos al piso de arriba para calentar el clima de ese momento. Al llegar al pasillo, ya sabia que es lo que haría, qué partes de mi cuerpo usaría e incluso qué objetos se utilizarían para ofrecerle ese placer, que se le había negado tiempo atrás. Por fin llegamos al cuarto, ella miro un par de guitarras qué tenía ahí, un rompecabezas enmarcado de 1000 piezas de una cabaña qué había realizado tiempo atrás, por lo que me expreso su admiración a ese trabajo. Se acercó un poco a mi y me abrazo, por lo que yo en respuesta empecé a besarla y ella paso sus manos de mi cadera a mi cuello. En ese momento la voltee, y la seguía abrazando y empecé a darle besos en el cuello y a su vez diciéndole cosas candentes al oído. Metí mi mano en su blusa y comencé a apretar sus pechos y a frotarlos para también estimular los pezones y zonas alrededor a los mismos. Ella sintió mi pene duro y empezó a mover su trasero, algo que en lo personal me encanta en esas situaciones. Enseguida desabroche su pantalón y comencé a meter mis manos y dedos en su vagina, estaba tan suave, al parecer tenía pocos días de haberse depilado ahí. Ella empezó a decir: "qué rico se siente, hay amor que rico". Por lo que el siguiente paso qué hice fue que se recostara en la cama y le fui bajando su pantalón, hasta que vi su increíble tanga negra. Un color tan llamativo y hermoso que detiene casi mi corazón en ese momento,ya que es uno de mis colores favoritos en ropa íntima femenina. La empecé a bajar con mis dientes, algo que a ella le encantó. Una vez abajo, vi por primera vez esa vagina hermosa, afeitada en un 50% me quede plasmado al ver lo increíble que estaba, una vagina demasiado estética. Lo primero que hice, antes de tocar con mis labios y lengua esa placentera vagina, fue que empecé a masajear sus pies y pantorrillas, vi que estaba cada vez más relajada, así que procedí a empezar a masajear sus muslos (por cierto me encantaban esos increíbles muslos). Lo siguiente qué hice fue ir rozando y masajeando poco a poco con mis manos, la parte de los labios de su vagina, solo veía qué ella cerraba los ojos y apretaba sus labios, lo cual me estimulaba bastante. Y llego el momento que ella me había comentado con anterioridad y que era el objetivo principal, iba a sentir por primera vez una lengua en su vagina. Fue un momento que me sentía de orgullo, ya que sería el primer hombre en su vida que le daba esa satisfacción qué tanto había querido. Recuerdo que empecé a mover mi lengua en su clitoris y con mis manos apretaba sus senos y empecé a escuchar sus hermosos gemidos qué empezaban a de algo sutil a algo más ruidoso, como una entonación del canto de una sirena, ella empezó a agarrar el pelo de mi cabeza con mayor fuerza, lo cual sabía que estaba disfrutando bastante ese momento. Yo estaba encantado con ese momento adoraba pasar mi lengua en su clitoris y sentir la humedad en su vagina, aunque sabemos que el sabor puede no ser agradable, para mi era un manjar esa vagina qué tanto disfrutaba. Pasado un par de minutos empecé a recorrer con la lengua sus labios vaginales, además procedí a introducir mis dedos y jugar con su clitoris con mis dedos de la mano izquierda y con los dedos de la mano derecha a masajear y estimular las zonas externas de la vagina, ella seguía soltando hermosos gemidos y pidiendome qué no parara, en ese momento ella comenzaba a soltar hermosas palabras eroticas, las cuales me prendían y me hacían dar lo mejor de mi en esa dedeada a su vagina. Después de algunos minutos y para sorpresa de ella, le dije: "ahora jugarás con un soldadito", ya que tenia preparado en mi ropero un juguete de acción para usarlo como juguete sexual de improvisación en ese momento. Al momento de introducirlo en su vagina y empezar a estimular el clitoris, vi que ella seguía estando disfrutando al máximo cada momento. Usaba la cabeza, brazos y piernas del muñeco para que abarcarán las zonas de su vagina y disfrutará de una estimulación y placer sin límites. Pasado los minutos retome el uso de lengua y dedos, ya tenía en mi cara sus fluidos vaginales y como si se tratara de una crema para la cara, yo estaba tan feliz de tenerla humectada de una forma tan natural y placentera. Unos minutos después me comentó, "ahora quiero que me penetres duro amor, quiero sentir tu verga adentro de mi" . Entonces procedí a introducir mi pene y a coger como Dios manda y a compartir gemidos y orgasmos mutuos. Por lo que después terminamos viniendonos juntos, y me dejó venirme en sus muslos, qué como les había comentado, me encantaban muchísimo. Al terminar, ella me dijo que había sido el mejor sexo qué había tenido, qué todo lo que hice en su vagina fue maravilloso y quería que lo volviera a hacer. Nos besamos y le dije "vamos a comer y regresando volverás a disfrutar del combo completo". 😉