Todo comenzó algunos años atrás, cuando por casualidad descubrí unos mensajes en el móvil de mi esposo, teniendo una conversación bastante caliente con su secretaria y unas fotografías sentada en el escritorio de mi marido abriéndose la blusa y con las tetas de fuera.

La pasé bastante mal sobré todo al confrontarlo y así paso algún tiempo, por esas fechas de ves en cuando me mensajeaba con un ex por Facebook, aunque nada más que un saludo, pero necesitaba desahogarme con alguien y contarle lo que estaba sintiendo, así que le di mi teléfono y le pedí que me marcará, platicamos de lo ocurrido con mi marido pero pronto la conversación tomó otro rumbo, recordando algunas anécdotas de cuando estábamos juntos y salió a tema la ves que nos cucharón sus papás cogiendo en la sala de su casa la situación se volvió muy caliente, comencé a insinuarle sobré coger conmigo de nuevo.

A mi siempre me a gustado tomarme fotos desnuda, de echo mí esposo es mí fotógrafo oficial y pues habitualmente traigo algunas fotos así en el celular, y se me ocurrió mandarle algunas al fin y al cabo el ya me conocía desnuda.

Tuve muchos sentimientos encontrados me seguía sintiendo traicionada y a la vez culpable, me armé de valor y le mostré a mi esposo el chat con mi ex y las nud’s que le había enviado, pensé que se molestaría mucho incluso me preparé mentalmente para la separación, pero su reacción fue muy distinta a lo que había imaginado.

Por lo único que me reprendió fue por no haber cubierto mi rostro, y desde entonces acordamos que cuando sintiéramos atracción por otra persona nos tendríamos la confianza de hablarlo y por mutuo acuerdo darnos algunos chances.

Y así con una actitud renovada me metí al gym me puse chichotas y regrese a terminar la universidad, ahí sé dieron varias anécdotas que ya les iré contando, pero sobré todo me excita exhibirme desnuda anónimamente.