Antonieta y yo tenemos cerca de doce años de amistad. Decir que somos solo mejores amigas es quedarnos cortos, ella es mi hermana del alma.

El problema inicial comenzó cuando teníamos dieciséis años. Ella es una gran amiga y siempre me acompañó en los buenos y malos momentos y cuidó mis sentimientos más que nadie. Mi madre se divorció de mi padre durante esas épocas y consiguió quedarse con mi custodia, sin embargo, ella solía decirme que Antonieta me opacaba demasiado, dijo que ella era bastante bonita y educada; Antonieta siempre ha sido una niña gordita, pero ella es increíblemente bonita, tiene la piel clara, los ojos enormes y oscuros, nunca ha utilizado maquillaje y en realidad es muy bien portada, nunca muy ruidosa pero tampoco demasiado callada, risueña y amable. Sus palabras me hirieron muchísimo y poco a poco, creé una autoestima baja e inseguridad cuando se trataba de Antonieta, aún así, ella aprendió a maquillar únicamente para hacerlo por mí, aprendió a peinar e incluso me daba tips para vestirme de acuerdo a mí tipo de cuerpo y color de piel sin dejar de lado mis propios gustos. Ella es genial.

El segundo problema comienza ahora. Ambas tenemos veintitrés años actualmente, Antonieta nunca ha tenido un novio, un ligue o lo que sea en el ámbito amoroso, ella siempre ha dejado en claro que no tiene interés por el romance y esas cosas; por otro lado, yo he tenido solo tres novios oficiales y es con el tercero con quién llevó tres años y medio, su nombre es Cristobal, es un chico agradable que estudia derecho y se prepara para recibirse con honores. Nos conocimos por medio de algunos amigos en común en una fiesta y ahí comenzó nuestra historia de amor.

Estas sospechas no comenzaron ahora, en realidad vienen de casi un año atrás, comenzó por que Cristobal solía (y sigue siendo) realmente atento a lo que Antonieta hace o no hace. Suele ser el primero en ofrecerle ayuda, el primero en darle un consejo y el primero en ir en su búsqueda cuando no sabemos de ella por algún tiempo debido a su trabajo. La confirmación llegó hace un mes, le hice una fiesta de cumpleaños a Cristobal y por supuesto que Antonieta fue mi principal ayudante debido a que yo misma se lo pedí; en algún punto de la fiesta, Antonieta se acercó a entregar su regalo y Cristobal la abrazó de una manera diferente, la sostuvo con fuerza y su mirada estaba nostálgica, no parecía querer soltarla y cuando lo hizo fue como si le hubiesen arrancado un pedazo de su cuerpo. Más tarde, antes de poder partir el pastel, fui a buscarlo a su habitación pero me quedé con la mano en el picaporte después de escucharlo decir que sus sentimientos por Antonieta estaban creciendo tanto que ya no podía ocultarlo, su amigo le dijo que necesitaba ser menos obvio al menos por mí y Cristobal confesó que si Antonieta al menos estuviese buscando una pareja, él la hubiese perseguido a ella en lugar de solo tener que conformarse conmigo.

Estaba rota por dentro. Me enojé, estaba herida y tomé una actitud negativa mientras arrojaba el pastel al suelo y le gritaba a Antonieta por ser una mala amiga. Ella me miraba sin comprender, me pidió saber que sucedía pero simplemente me fui de allí sin voltear atrás después de haber un desastre y haberme desquitado con alguien inocente. Con mi mejor amiga.

He querido acercarme, pero Antonieta me pidió algo de tiempo, dijo que se había sentido herida sin razón, que yo la había lastimado sin siquiera dar una explicación y aunque puedo entenderla, me duele haberme comportado así con ella.

Cristobal ha tratado de localizarme pero muy por el contrario a lo que esperaba, a dicho que no lo busqué a menos que me disculpe con Antonieta y con los invitados de la fiesta por mi desplante.

¿Qué se supone que haga ahora?