Continuando las historias después de algunas semanas de fajes que iban subiendo los ánimos poco a poco. Ya era una constante que cuando iba a visitarla a su casa una que otra mamadita discreta en las escaleras que subían a su casa, nunca supe si alguna vez se dieron cuenta de lo que hacíamos o no pero en esta ocasión no nos queríamos quedar con las ganas.

Cerca de su casa estába la unidad deportiva un lugar donde casi siempre hay gente haciendo alguna actividad. Ese día había partidos de básquet por lo que sabíamos que después de las 12 ya no había ni un alma. Por lo cual después de una rica mamada exprés decidimos ir al cine a perder un poco de tiempo (calientes y todo pero a la hora de ver películas nosotros si la veíamos, aunque con alguna que otra mano traviesa ya sea para acariciar sus chichonas o para acariciarme el pene) en fin la función termino tipo 11:20 y 30 min que nos hacíamos a la unidad nos daba el timing para tener la unidad sin gente. Fuimos caminando rodeando la escuela yo abrazándole por detrás para poderle tocar las tetas y ella poderme sacar el pene y jugar con el.... Pues ni tarde ni perezosos llegamos a la unidad (uno de nuestros lugares incómodos favoritos partir de ese día) procedimos a buscar un espacio seguro, el cual fue las gradas de las canchas de básquet una zona abierta donde cualquier persona nos podría ver. Ya en las gradas ella empezó a desabrocharme el pantalón y para sacar mi pene, no se si ella veía porno, leía o algo similar, pero ese día recuerdo uno de los primeros jugueteos más ricos que he sentido, empezó acariciándome los huevos de forma lenta mientras con su boca succionaba mi pene de arriba a abajo de forma lenta el cosquilleo del rose era tanto que empezaba a subir por mi abdomen, mi espalda y llegar hasta mi nunca, recuerdo tomarla del pelo, voltearla hacia a mi y darle un beso mientras ella seguía jugando con mis pelotas. Un beso largo fue lo que llevo a levanantarla y subirle la falta para tocar sus pantis mojados y pegajosos (todo esto siempre alerta de que nadie nos estuviese viendo). Entre todo el éxtasis de sensaciones que estábamos creando le baje su gran sostén para poder tocar sus grandes tetas bajo su blusa, y darle unas mordidas suaves en sus pezones. Procedí a recostarme sobre las gradas, mientras ella se montaba sobre mi pene mojado, sentía como entraba poco a poco sentía lo lubricada que tenía sus entrepiernas de todo el previo que tuvimos, ella subia y bajaba, de forma lenta torciendonse de placer entre yo con leves escalofríos rondado mi espada cuando sus uñas se simian en mi. Tuvimos sexo durante unos 15 min de forma lenta y mojada hasta que se repente llegó una cuatrimoto con música a todo volumen mientras gritaban ora pinches calientes, se nos subió todo procedimos a acomodarnos rápido la ropa para marcharnos con la vergüenza a flote, camino a su casa platicábamos sobre como sentíamos la sensación de ser observados y como eso nos prendía más y más....

En fin la dejé en su casa y tome un taxi a la mía, todo el camino hacia la casa iba con un dolor de huevos insoportable, a esa edad no sabía porque pero lo imaginaba así que llegue a masturbarme pensando en todo lo que había pasado y así termina nuestra romántica historia al aire libre