Mis compañeros de la universidad no pudieron sacarme la verdad, ni siquiera estando borracha , pero sus votos sí, siéntanse orgullosos.

Esto ocurrió en mi último año de la carrera, y pues se acercaba la hora de preparar la tesis, para ése momento ya había entablado una relación estrecha con uno de mis profesores el cual desde un inicio impartió a mi grupo varias asignaturas.

Un señor en sus cincuentas con una presencia intrigante que me resultó muy atractiva, y pues se notaba que yo no le era indiferente pues bastaba una sonrisa o una miradita coqueta para hacer evidente su nerviosismo.

Fueron varias las reuniones para asesorías, siempre en las instalaciones de la universidad, y enserió siempre tuvo un comportamiento súper profesional pero el pasar tanto tiempo a solas nos fue conectado de manera más personal y al fin un día me invito a salir por un café.

Total llego el día de la cita y en un ambiente dónde ya no existía la relación profesor alumna me confesó que yo le resultaba bastante atractiva, que empezaba a tener sentimientos hacia mí y que eso le empezaba a causar un conflicto ético, que incluso temía terminar comprometiendo su carrera o su familia.

Le respondí que podría sentirse correspondido pero sólo en la parte de la atracción, le explique que mi amor solo le corresponde a mi marido pero que eso no impide que alguien más llegue a gustarme, y que a pesar de que había contemplado alguna relación con el eso jamás llegaría a ser algo serio, y que solo si fuera capaz de manejar algo así podríamos pasar al siguiente nivel.

La verdad no nunca entendí que era lo que esperaba escuchar de mí, nunca lo había visto con una expresión de confusión tan marcada en su rostro, total nos despedimos esa tarde y seguí contando con su apoyo para mi tesis, tuvimos un par de reuniones en la escuela igual de propio y profesional pero era obvio que nuestra charla del café seguía girando en su cabeza.

Y pues eso de estudiar y trabajar a veces termina complicandose se me comenzó a venir el tiempo encima así que me tomé unos días para dedicarme al 100% a la tesis, apenas alcance a terminar pero requería una última revisión, le pedí apoyo a mi profesor y el accedió a venir a mí casa, el en verdad me gustaba y sabía que si yo no propiciaba un encuentro más íntimo este nunca llegaría.

Y tal cómo era de esperarse se presentó puntual a la cita, y como siempre portando un traje impecable, haciendo contraste con mi atuendo pues lo recibí en pijama, pero eso sí con un maquillaje súper sexy. Lo pasé al estudio y comenzó a revisar mi trabajo haciendo apenas unas correcciones mínimas, todo el tiempo forzándose a mantener la mirada en la pantalla, pues mi pijama era por decir lo menos bastante reveladora, se compone de un short muy cortito pero con las piernas holgadas así que en más de una ocasión debió notar que no llevaba ropa interior.

A demás la parte de arriba es una blusita de tirantes de tela muy ligera casi transparente y tampoco me puse Bra, ustedes conocen mis pezones son de esos paraditos que son difíciles de disimular y más aun estando excitada se me ponen súper duros, en cuanto termino se dispuso a despedirse sabia que no tendría mejor oportunidad y lo besé, fui correspondida con un beso entre tierno y voraz, me sujetó por las caderas me miro fijamente y pregunto: -Estaría bien si esto ocurre una única ocasión?-, yo asentí lo tomé de la mano y lo conduje a mi habitación.

En cuanto cerremos la puerta me tomó de la cintura deslizando sus manos sobré mis muslos y mientras me besaba el cuello retiró el diminuto short que apenas si cubría mis nalgas, las mismas que acaricio al tiempo de subir sus manos para quitarme la blusa y terminar totalmente desnuda, me senté en la cama y mientras el se quitaba la camisa yo le desabroche el pantalón y se lo quite, me recosté y el aprovechó para recorrer con sus labios hasta el último centímetro de mi piel, deteniéndose un largo rato entré mis piernas separando con su lengua los labios de mi panochita haciéndome estremecer.

Luego igual se recostó a mí lado y ahora mi cuello concentraba sus atenciones, recargue mi cabeza sobre su abdomen y me dispuse a devolverle el favor oral, me incorpore y me monté sobre el, tome su verga con mi mano para guiarla al interior de mi puchita, comencé a mover mi cadera en círculos mientras subía y bajaba cada vez más rápido, después me pidió ponerme en 4 y sin dudarlo accedí separé mis piernitas lo más que pude y noté que me miraba fijamente el culo, entonces dejé de apoyarme con las palmas de las manos recargando mi pecho en las sábanas y llevando mis manos hacia atrás para abrirme las nalgas y qué pudiera apreciarme bien.

Literalmente mi culo lo tenía hipnotizado, incluso llegué a pensar que me penetraría por detrás y aunque el sexo anal no es algo que particularmente sea de mi agrado si hubiese intentado metérmelo por ahí seguramente no me habría resistido, pero volvió penetrarme por la panocha pero yo estaba tan inclinada qué sentía qué me lo metía hasta el fondo y sus acometidas fueron constantes y a un ritmo que me hacía hasta temblar, se notaba su experiencia en el arte de amar, tanto lo disfrute que no caí en cuenta que no se había puesto condón sino hasta que su semen mezclado con mis juguitos empezaron a escurrirse por mis muslos.

Saben en mi buro tengo una fotografía de mi boda y el echó de mirar la imagen de mi marido mientras me estoy cogiendo a otro hombre me hizo sentir algo extraño, que no sé cómo explicar, y quizás esto sólo las chicas podrían entenderme, pero me invadió la sensación de ser una verdadera puta pero no de la forma en que te hará sentir mal, más bien de una manera extraordinariamente satisfactoria.

Le dije que tomaría una ducha y sí quería podría acompañarme pero se negó, debía regresar a dar clases, además quería conservar al menos por el resto del día mi aroma en su piel, se despidió de mi con un beso tierno quizás hasta con un dejo de nostalgia, y después nuestra relación continuó estrictamente cómo alumna y profesor, pero no podíamos evitar mirarnos con deseo y creo que no somos buenos disimulando pues mis compañeros de clase terminaron notandolo.