En el trabajo, con familiares, y al hablar con personas mayores de 30 años, siempre llegamos a la misma conclusión: hay una profunda crisis vincular. Antes, la gente socializaba como podía, no quedaba de otra, y las estadísticas respaldan la idea de que la actividad sexual era mucho mayor. Ahora, parece que la tecnología complica las conexiones reales, ya que la gente se sumerge en sus mundos virtuales en lugar de salir y sorprenderse. Nunca tuve que usar apps de citas pero llegué a un punto hace unos meses de querer probar, pero mi experiencia fue decepcionante. Lo sentí más como un acto impersonal, sin conexión real. Una paja por otra. La piba estaba en un mal viaje, lo mejor que me quedó fueron las medias de chala que se olvidó. La tecnología parece ofrecer todo, pero al final, la experiencia humana auténtica se está perdiendo. ¿Qué opinan ustedes? Los leo.